martes, 26 de enero de 2016

Ascensión al Canellín. Circular desde Puente Pombayón (Ponga).

Ascensión al Pico Canellín.
Sedo La Cruz del Pico - Camín del Carbón - Camín de la Llorea L'Beyu.


Excepcional ruta a caballo entre Ponga y Amieva, recorriendo olvidados sedos y caminos beyuscos, la que nos planteamos siete amigos del GM Los de Las Claras hacia el Pico Canellín. Última cumbre de la Sierra de Beza y, aunque de modestísima altitud, es un espectacular baluarte a modo de proa, con unas vistas privilegiadas sobre el Desfiladero de Los Beyos, 800 metros más abajo. 
Desde Puente Pombayón y en ascenso por el Sedo de La Cruz del Pico, nos elevaremos a los bellísimos Puertos de Baeno. Cumbre en La Llampa y cumbre en el Canellín.
Recorriendo el Camín del Carbón, descenderemos hacia Llerimundi por el hayedo homónimo,
para continuar nuestro descenso hacia Rañes, donde daremos con el intrincado acceso al Camín de la Llorea L'Beyu, poniendo así la guinda al pastel.
Espectacular senda armada que discurre sobre el Sella y paralela a éste, siendo la antigua vía de comunicación entre Ceneya y Puente Pombayón.

RUTA DE ORIENTACIÓN INTRINCADA Y CON ALGÚN PASO QUE PUEDE RESULTAR ALGO AÉREO A LA PERSONA PROPENSA AL VÉRTIGO.
NO RECOMENDABLE SIN CIERTA EXPERIENCIA EN EL MANEJO DE MAPAS O GPS.


Cota mínima: 250 m.
Cota máxima: 1152 m.
Desnivel acumulado: 1100 m.
Distancia: 12 km.
Tiempo: 8 h (con las paradas).

Si queréis el track poneros en contacto conmigo.

En Cangas de Onis, tomaremos la N-625 que sube al Pontón. Poco después de pasar Ceneya, y antes de llegar a Puente Vidosa, nos detendremos en Puente Pombayón en el K.136, punto de inicio de nuestra ruta. Estamos en el Desfiladero de Los Beyos.
(Vista atrás)

Dejaremos los coches en un apartadero de la carretera (250 m). Habrá espacio como para tres vehículos.
Comenzaremos a caminar con rumbo Sur por la carretera sentido el Pontón. Deberemos recorrer unos 400 m pasando junto a la cascada del Arroyo de Redonda para, poco después, abandonarla por un camino que sale a nuestra izquierda.


Rebasamos la cascada del Arroyo de Redonda.

Y, al doblar la curva, nos salimos de la carretera cogiendo este sendero que asciende por nuestra izquierda.
Estamos en el Camín del Llacigón.

El sendero nos adentra por el Monte Cuebu, trazando "zetas" y ya en fuerte pendiente.

Muy marcado, incluso con algún tramo armado.
Encontraremos alguna marca de pintura azul.

Nos arrimamos a los paredones calizos del crestón que cae del Monte Cuebu.

Crestón calizo que devolaremos ascendiendo el camino hacia una horcada (385 m) por esta canaleta.

Toca perder algo de altura con rumbo Sureste para caer al Arroyo de Redonda.
Come veis, sendero bien marcado.

Ya tenemos una panorámica donde podemos ver el trazado aproximado del Sedo de La Cruz del Pico, que nos elevará de la Majada de Redonda a Baeno.
(Pinchar para ampliar)

Llegamos al Arroyo de Redonda, que vadearemos por este puente de hormigón (390 m).

Guapos rincones nos deja el arroyo como, por ejemplo, esta cascada.

Una vista atrás hacia el puente.
Después de cruzar éste, debemos estar atentos y obviar cualquier ramal que salga hacia la derecha. Nosotros hacia la izquierda, girando al Norte. Empezaremos a encontrar algún jito.

Arroyo de Redonda aguas abajo.

Cruzaremos una torrentera y enseguida veremos la cabaña de la Majada de Redonda, a donde tendremos que llegar.

Majada de Redonda (412 m).
Cabaña en buen estado y uso.

Rebasamos la cabaña continuando unos metros por el evidente camino.

En una vista atrás podemos ver la horcada por la que cruzamos el crestón del Monte Cuebu y el posterior descenso. Al fondo, San Ignacio.

El sendero continúa, ya en decidido ascenso y entre revueltas,  primeramente con tendencia al Norte, por zonas cerradas de encinas y avellanos, sin embargo, lo encontramos bastante marcado prácticamente en todo el tramo. Puede haber algún ramal, yo creo que más bien de animales, que nos despiste pero se sigue bastante bien teniendo idea de a donde debemos llegar.

Tras pasar por un último bosquete de avellanos en zona más pedregosa (jitos),y a unos 660 m de altitud, iremos girando al Este ya por zona más abierta. Los canchales de La Llera serán nuestra referencia y el sendero está marcado. Veremos incluso una manguera de agua que discurre paralela a éste y ligeramente por debajo, que también puede servir de orientación.

Una vista atrás.
Fuerte desnivel estamos salvando desde la Majada de Redonda.
Al fondo, San Ignacio y la carretera que desde Puente Vidosa llega a San Juan de Beleño.

Atravesamos los canchales de La Llera (700 m +/-).
Podéis observar que la senda es bastante evidente.

Pedreras de La Llera.
(Vista atrás)

Tras pasar un cierre para evitar el paso de ganado, entramos en lo que es el Sedo de La Cruz del Pico en sí y, por lo tanto, iremos salvando las zonas más verticales y aéreas, si bien el sedo tiene el ancho suficiente para no dar sensación de patio; se pasa tranquilamente y sin problema, aunque bueno, mayormente esto es un tema muy subjetivo y cada persona es un mundo.

Ascendiendo por tramos armados en sucesivas "zetas".
Como dije antes sin ninguna complicación, sólo la debida atención.

Entramos así en un último tramo menos vertical y ya muy próximos a Baeno.

A nuestras espaldas las vistas son de escándalo. Como el Carriá, omnipresente gran parte de la ruta.

Finalizamos el Sedo de La Cruz del Pico en la parte baja de los pastos de los Puertos de Baeno, justo por delante de estas dos cabañas (886 m).
Cabañas a tener en cuenta como referencia para dar con el sedo si hacemos la ruta a la inversa.

Aprovecharemos para reponer fuerzas admirando el paisaje de cumbres ponguetas que tenemos delante.
(Pinchar para ampliar)

Continuamos nuestro andar cómodamente en rumbo Sureste.
Desde aquí lo normal hubiese sido tirar directamente hacia el pico La Llampa y a continuación coronar el Canellín, pero vamos muy bien de tiempo, así que consideramos que merece la pena dar un rodeo recorriendo las praderías de estas preciosas majadas de Baeno.
Al fondo, a contraluz, vemos el Valdepino.

Rincones espectaculares.

Vamos recorriendo la majada por donde nos parece.
Girando al Noreste y pasando junto a esta cabaña.
(Vista atrás)

Tomaremos rumbo Norte por esta pradería viendo ya el primer objetivo del día: el Pico La Llampa.
Bordearemos la cabaña de la imagen rumbo al hayedo del Monte los Joos (Según IGN).
(Pinchar para ampliar)


Recorremos este espectacular hayedo.
Saltaremos algún cierre de alambre de espino, y es que vamos improvisando un poco sobre la marcha.

Tremendamente guapo. Según el IGN estamos en el Monte los Joos. Aunque ya sabemos todos cómo maneja el IGN los topónimos, si que nos toparemos con algún jou.

Iremos variando nuestro rumbo por el hayedo hacia el Noreste y alcanzaremos esta buena cabaña (1080 m).

Desde la cual descendemos ligeramente al Collado Joniella (1070 m), entre Les Boleres y el Pico La Llampa.
Aquí una vez más el IGN difiere, y denomina al collado Joniella como Valleya el Acéu.
Así mismo a Les Boleres, las denomina Joniella y Pico del Vaso.

Para alcanzar nuestro primer objetivo ascenderemos por su vertiente oriental.

No tiene complicación e incluso encontraremos una ínfima huella y algún jito.
(Vista atrás)

Alcanzamos la alargada cumbre de La Llampa (1152 m).
 Será la máxima cota del día, aunque no la más relevante.
Muy buenas vistas hacia el Macizo Occidental.

Una panorámica a Este - Sureste.
Desde el Occidental al Cantu Cabroneru (ver ruta) y Valdepino.
(Pinchar para ampliar)

Zoom hacia las Torres Santas del Cornión o Macizo Occidental.
Con cumbres ya ascendidas como la Torre de Enmedio (ver ruta) y La Torrezuela (ver ruta).

Hacia el Sur.

Continuamos por la cumbrera, para en este punto, más o menos y sin llegar a Los Cuchillones, abandonarla y descender por el guapo hayedo de la vertiente septentrional.

Enseguida veremos el arranque de la arista del Canellín.

En el inicio de la arista, mejor acceder por su derecha.

El filo de la cresta es un tanto incómodo, por lo que nos mantenemos por su derecha, ligeramente por debajo, entre los últimos árboles del hayedo.

Ascendemos ligeramente por la cumbrera.

Para continuar enseguida por su vertiente izquierda, la occidental que cae al Desfiladero de los Beyos.
No merece la pena ir por lo alto de la cumbrera ya que el Canellín es un pico atípico que se gana en descenso.

Ahora ya por la arista nos aproximamos al Canellín.
El tramo final antes de ganar la cumbre es un poco expuesto, sobretodo por la vertiente oriental.
Son unos pocos metros lo suficientemente anchos para no dar demasiada sensación aérea, aunque no debemos descuidar nuestra atención.

Cumbre del Canellín (1108 m).
Modesta su altitud, pero un balcón espectacular.

Estamos literalmente colgados sobre el arranque del Desfiladero de Los Beyos 800 m más abajo.
 Impresionante.
Podemos ver, a vista de pájaro, el Río Sella, Ceneya y la Vega de Cien.

Oeste - Noroeste.
(Pinchar para ampliar)

Oeste - Suroeste.
(Pinchar para ampliar)

Norte - Noreste.
Hacia San Juan de Amieva.

Hacia el Este:
Macizo Occidental.

Hacia el Sureste:
Cantu Cabroneru y Valdepino.

El grupete:
Los de Las Claras.

Después de comer y pasar un buen rato disfrutando de este singular y espectacular pico, desandamos nuestros pasos pasando, una vez más, por el pequeño tramo que requiere un poco de atención para retomar la arista.

Tras recorrer unos pocos metros por la arista y cuando lo veamos factible, tenemos que descender por la vertiente oriental hacia la pequeña vega que vemos, donde casi en el límite con el hayedo, y si nos fijamos bastante (en la foto no se aprecia), veremos una ínfima traza que debemos seguir en rumbo Este.
Entramos en una zona un poco intrincada.

Nos acercamos a la entrada del sendero que asciende con rumbo Este por la llomba caliza. Encontraremos algún jito. Una vez en lo alto de la llomba el sendero hace un brusco giro a nuestra izquierda, hacia el Norte, debiendo obviar cualquier otro ramal que nos parezca evidente.
Iremos descendiendo y girando al Este para caer al mismo hayedo por el que descendimos de la Llampa.

Descendemos así a los Hoyos del Canellín, jou que debemos dejar a nuestra derecha bordeándolo por su izquierda.

Bordeando el jou por su parte Norte, recorreremos algún tramo armado en rumbo Este.

Pero pronto se empieza a perder la traza.
Debemos fijarnos en algún jito y alguna marca de pintura para no desorientarnos, continuando en descenso hacia el Noreste.

Pronto la traza se hace más evidente y se ve el buen camino que un día fue.
Estamos en el Camín del Carbón.
Utilizado hasta el S. XIX para bajar el carbón vegetal que hacían con la madera de este hayedo a una fragua que había en Ceneya.

Descendemos por el Hayedo de Llerimundi en sucesivas revueltas.
Encontraremos jitos, aunque el camino es evidente, muriado y armado en muchos tramos.

Esbeltísimas hayas.

Recorremos la parte más guapa, donde el camino se pega a la caliza, cortando en horizontal las vertiginosas laderas que se precipitan casi verticales a Llerimundi.
Nótese la buena caja que conserva en este tramo.

Pero pronto va perdiendo entidad.

Ya prácticamente sendero, descendemos por estos verticales tramos.

Tras un brusco giro a derechas, a rumbo Este, el sendero se irá perdiendo.
Es momento de prestar atención a las marcas de pintura naranja y algún jito que veamos.

Un último tramo ya sin sendero alguno. Totalmente perdido.
Todo para abajo por donde mejor veamos.

Hasta salir a una pradería ya en Llerimundi, desde donde ganaremos la pista (640 m) que viene de Baeno y desemboca en la carretera que va a San Juan de Amieva desde Ceneya.
Pronto la abandonaremos por otra que sale a la izquierda y nos lleva hasta un collado donde se encuentra la majada de Llerimundi.

Majada de Llerimundi (545 m).
Nos encontramos con arregladas cabañas.

Continuaremos por la pista casi hasta donde muere, rebasando las últimas cuadras.

Donde unos metros antes de su final, tomaremos un camino a nuestra derecha, camino muy tomado que prácticamente abandonaremos en su inicio para salir a la pradería adyacente.

Pradería por la que continuamos en descenso.
Vemos un cierre más abajo y nos desviamos hacia el castañar.

Accedemos al bosque por donde mejor vemos.
Quizás bajando al cierre y siguiéndolo sea más fácil.

Continuamos en descenso con rumbo Oeste por esta vallina que cae a Rañes y, por lo tanto al Sella.
Un mapa me lo nombra como Les Teyes.

Dejando alguna cabaña a nuestra izquierda alcanzamos esta fuente-abrevadero (440 m).
Unas veces por sendero, otras por donde nos parece.

Castaños centenarios.

Hacia el Sur, la cara más escarpada del Canellín, su vertiente septentrional.

Alcanzamos las cabañas de Rañes (267 m).
A partir de aquí hay que empezar a hilar fino si queremos encontrar el Camín de la Llorea L'Beyu.
El antiguo camino que unía Ceneya con puente Pombayón.
Si no os queréis complicar la vida, sólo tenéis que seguir la pista que sale de aquí y muere en la carretera del Pontón.


Así que nada, cogemos la pista que de aquí sale con rumbo Sur y poco después de una curva a derechas la abandonaremos por un prado que asciende a nuestra izquierda (flecha).
Habremos recorrido poco menos de 100 m.

Una vez que abandonamos la pista y casi en el inicio de la subida al prado, nos fijaremos que, a nuestra izquierda, parece que hay un camino muy tomado entre murias, que asciende paralelo a nosotros. Debemos acceder a él.

A día de hoy, que estamos en invierno, lo recorremos más o menos bien.
Otra cosa debe ser en primavera-verano.

Al poco de empezar a recorrerlo y totalmente desdibujado, parece que nos obliga a ascender un poco.

De repente y con tendencia al Sur, encontramos jitos y ya se adivina una traza.
Puede que el camino venga de más arriba de Rañes y haya mejor acceso. No lo sabemos.

Encontramos las primeras armaduras.
Estamos en el Camín de La Llorea L'Beyu.
A partir de ahora iremos cortando y ganando altura por las verticalidades de la peña que se precipitan al Sella y la carretera que sube al Ponton (N-625).

"Camín de la Lloreda, camín de mil sudores, vereda de valientes en madreñes y zurrones. Zagales con guiyaes y rebaños de cabarres, oveyes con lladasques, con sarna les cabres... Los pastores van contentos y los perros muertos de fame."
(Fuente: Octavio de Viboli)

Tremendo, muy bonito.
Un fin de ruta a lo grande.

Rápidamente alcanzamos el tramo más espectacular.
El Sedo del Teyeu.
Se trata de una serie de troncos y traviesas anclados a la pared caliza que salvan la verticalidad de la peña.

Se pasa perfectamente y parece todavía sólido, aunque tampoco nos paramos a comprobarlo, simplemente pasamos.
A ver lo qué aguanta, porque es espectacular.

Cruzaremos las pedreras de La Llera ya por zona más abierta.

Llegaremos a un punto donde un argayo se ha llevado las armaduras y, por lo tanto, el camino.
Tendremos que salvarlo como podamos. No tiene demasiada dificultad, aunque vemos a Marcelo que elige el sitio menos ortodoxo.

Este tramo se conserva muy bien y vemos la obra que esta gente hizo aquí para ir "domesticando" la peña.
El tendido eléctrico afea un poco.

Con unas armaduras muy potentes.

Y tramos realmente anchos con muy buena caja.

Otros no tanto, y pueden resultar un pelín aéreos, aunque se pasan perfectamente.
Como antes dije, esto es muy subjetivo y cada persona es un mundo, pero considero que no debería haber problema. Prestando la debida atención claro.

Perdemos altura hacia Puente Pombayón, que ya vemos.

Por este cierre saldremos a la carretera, aunque nos parece que más adelante hay otra salida.

Sólo nos restan unos pocos metros por la carretera del Pontón para llegar a Puente Pombayón, cerrando la circular a esta espectacular ruta.

Os dejo el perfil de elevación.

¡¡Un saludo!!