jueves, 21 de febrero de 2019

Peña de los Cuatro Jueces, Fariu y Cerro Gavio.

Peña de los Cuatro Jueces - Picu Fariu - Cerro Gavio.
Circuito desde Rioseco (Gijón).


(Peña de los Cuatro Jueces)

Hoy nos decantamos por una ruta al lado mismo de casa. Un itinerario muy sencillo y popular por sus hermosas panorámicas y que discurre por las cordales de Baldornón-Deva y Llomba de Rioseco
Es en dicha Llomba de Rioseco que se alza La Peña de los Cuatro Jueces, cumbre a la que ascenderemos y es vértice de unión de cuatro concejos: Villaviciosa, Siero, Sariego y Gijón, siendo techo de este último. Cima situada por encima del pueblo de Argañosu y donde se celebra una fiesta anual de confraternización entre los cuatro municipios que en ella confluyen, siendo una celebración vinculada a curiosas leyendas.
Continúa la ruta por la alomada cordal hacia el Sur, por donde se gana la máxima elevación de la sierra: el Picu Fariu o Cima, techo de Sariego y cota caracterizada por sus innumerables antenas de comunicaciones. Es en el extremo meridional de la sierra que se encuentra el Cerro Gavio o Cimero, a su vez techo de Siero, y donde esta cordal confluye con la de Baldornón-Deva, revolviéndose nuestro itinerario hacia el Norte por su cimera y confinando ambas alineaciones el Valle de Rioseco, a cuya cabecera habremos dado la vuelta, en un recorrido sin dificultad que discurre por amplias pistas y marcado por la frondosidad de densos pinares de repoblación.

Cartografía IGN 1:25000 Hoja 29-2

Cota mínima: 326 m.
Cota máxima: 733 m.
Desnivel máximo: 407 m.
Desnivel acumulado: 460 m.
Distancia: 12,7 km.
Tiempo: 4:20 h (Con las paradas).
Inicio/Fin: Área recreativa Rioseco.

Descarga el track AQUÍ.


Seguramente la forma más sencilla de llegar al punto de inicio de esta ruta sea a través de la pista que cruza el parque del Monte Deva, pero nosotros nos decantamos en hacer la aproximación por la
 AS-248 que une Gijón con Pola de Siero, para abandonarla a la altura del km 7, tomando la carretera que nos adentra en la parroquia de Caldones donde, al llegar al barrio de La Bombilla, continuamos por la carretera del Camín de La Llomba, que asciende por la misma falda del monte Baldornón. Alcanzando las casas de San Pelayo, tomamos una pista hormigonada que, en buena pendiente y poca distancia, nos eleva a la cimera de la cordal, justo en el cruce con la pista que viene del Monte Deva y la carreteruca que, por la otra vertiente, se dirige a Rioseco de Caldones, carreteruca esta que, sin embargo, nosotros debemos seguir de frente, por el mismo lomo del cordal, y por la que en menos de 500 m llegamos al área recreativa donde dejamos el coche, en un hueco en el mismo margen de la vía; habrá sitio como para dos vehículos, tres a lo sumo.
Área recreativa (375 m) que cuenta con unas cuantas mesas y buenas vistas sobre el valle de Caldones, Fano y Baldornón.
Comenzamos a caminar con rumbo sureste, por la misma carretera que nos ha traído hasta aquí y que desciende en busca del fondo del valle de Rioseco, atravesando primeramente un frondoso ocalital.

Vamos a seguir los pasos del PR AS-118 Ruta del Fariu que, en realidad, comenzaría en Rioseco de Caldones, aunque nosotros nos dirigimos directamente a Rioseco de Baldornón; ambos núcleos muy próximos y localizados en el mismo valle.

Enseguida salimos a zona abierta que domina el valle, dando vista a la cordal de la Llomba de Rioseco, que cierra este valle por su margen derecho y tapizada por los pinares del Monte del Llagón.

Total que, en nada alcanzamos una bifurcación cuando vemos al frente el que será nuestro primer objetivo: la Peña de los Cuatro Jueces.
Por la derecha, continúa la carretera hacia las casas de Brañanueva, que sería una variante factible, aunque nuestra opción pasa por tomar el ramal que desciende hacia la hondonada por este margen izquierdo.

Pista asfaltada por la que cómodamente perdemos altura en busca del fondo del valle, fijándonos en la poca arboleda autóctona que encontraremos a lo largo del recorrido.

Alcanzamos entonces el fondo de la depresión y, por lo tanto, la cota más baja de hoy (326 m).
Por aquí desciende el arroyo de Rioseco, que tiene la particularidad de estar seco prácticamente todo
el año debido a la estructura geológica de la zona, donde la karstificación de los materiales calizos por los que discurre el riachuelo provoca que el agua se pierda por grietas, cuevas u oquedades, hasta que un aporte de agua importante haga ascender el nivel freático y el arroyo aflore sobre el terreno.
Podremos distinguir vegetación arbórea típica de ribera, adaptada a vivir con mucha humedad, indicadora del lugar por donde discurre el arroyo bajo la superficie.

Así que, cruzando al otro margen del valle, ascendemos en poca distancia por pista hormigonada al caserío de Rioseco de Baldornón (349 m), cuyas casas se asientan en la vertiente occidental que decae de la sierra de la Llomba.

Ya estamos incorporados al PR AS-118 que no abandonaremos en todo el trayecto.
Una vista atrás hacia el curso bajo del valle de Rioseco.

Como siempre, prestando atención a los pequeños matices que nos vamos encontrando.

Recorriendo tendida y cómodamente la pista con rumbo sur, entre zonas de pastizal y prados de siega, dando vista a la cabecera del valle donde se intuyen las antenas del Fariu.
Pero lo cómodo se acaba al llegar a la fuente y lavadero de La Carisa, donde nuestra pista comienza a remontar con decisión estas laderas de la Llomba de Rioseco.

Dando el hormigón paso a pista terrera que discurre entre espigados ocalitos.

Para salir momentáneamente a tendida zona abierta, ya a cierta altura sobre el fondo del valle, en cuyo margen izquierdo vemos las casas de Brañanueva, en las laderas que se descuelgan de la Cordal de Baldornón; por su cimera volveremos.

Pero enseguida nos adentramos en la umbría de los pinares de repoblación del Monte Llagón.

Para invertir nuestro rumbo hacia el Noreste en busca de la cuerda de la Llomba, siempre en sostenido ascenso.

Pasando junto a curiosas formaciones sedimentarias de conglomerados que llaman nuestra atención.

Alcanzando la lomera, la pendiente desaparece, pero debemos sortear alguna zona anegada que, en nuestro caso, no supone mayor problema.

De hecho, se trata de un tramo bastante agradable de caminar entre estos pinares.


Total que, en nada, alcanzamos la cimera propiamente dicha al llegar a una encrucijada (542 m), donde debemos tomar el primer ramal de nuestra derecha que invierte el rumbo marcadamente hacia el Sur.

Para salir a zona abierta en ligero ascenso por la loma, la cual es divisoria de aguas con el vecino concejo de Villaviciosa.

Ya tenemos a la vista la Peña de los Cuatro Jueces, cuando pasamos al lado de un solitario y muerto pino que llama la atención.

Pino de siniestra figura que vivió mejores tiempos y contrasta con otros ejemplares de corta edad.

Nuevamente toca adentrarnos en la frondosidad de grandes coníferas de repoblación, entre las cuales discurre nuestro camino con alguna que otra zona embarrada.

Y es que el cultivo del pino está muy extendido en Asturias, siendo las principales manchas de coníferas de nuestra región.
Concretamente, en esta zona del valle de Rioseco, nos encontramos con dos especies fundamentales:
El pino Gallego o Marítimo y el pino de Monterrey o Insigne.
Lo que conlleva estas plantaciones de pinares debido a su explotación constante e intensiva, es un desequilibrio con respecto al medio físico y la fauna, a parte que originan un humus acidificante que favorece la esterilidad del suelo. Entre pinares y ocalitos, vamos bien servidos.

Sigue nuestro camino ascendiendo por el Altu Argañosu, donde nos encontramos con más afloramientos de conglomerados.

Nos arrimamos entonces a la vertiente oriental del cordal.

Desde donde tenemos buenas vistas al extenso valle de Candanal y Peon, por donde discurre el Río España en su curso hacia el mar, que vemos tímidamente al fondo.
Bajo nosotros, la aldea de Argañosu.

Y más hacia Oriente, destaca la silueta de la Sierra del Sueve.


Es entonces que, dando vista a las antenas del Fariu, alcanzamos la Peña de los Cuatro Jueces, con un panel informativo al respecto de la historia de este enclave.

Estamos en el techo de Gijón (662 m) y vértice donde confluyen cuatro concejos: Gijón, Villaviciosa, Siero y Sariego.
Cuenta la tradición, que desde la remota antigüedad y entrada la primavera, en este lugar se reunían los representantes de los cuatro territorios entorno a una gran piedra, para tratar los asuntos de lindes, pastoreo y otros temas de importancia en la vida de las comunidades.

Tradición recuperada en la época actual por iniciativa del Ayuntamiento de Gijón, por lo que desde 1983, los cuatro alcaldes suben una vez al año hasta la Peña para confraternizar, así como un buen número de romeros.

En este lugar hay ahora una especie de mesa o peña dolomítica, en recuerdo de lo que había antaño,  que seguramente formaría parte de un dolmen, pues estas cordales son territorio de enterramientos dolménicos por excelencia. También cuatro grandes piedras, una en cada extremo y situadas en territorio de cada concejo, así como cuatro árboles autóctonos, plantados por los respectivos ediles.

A día de hoy los representantes de los municipios cuentan con un sitio más cómodo para reunirse, se trata de una amplia mesa con bancos de madera, que nos viene de perlas para tomar un tentempié.

Mesa en la que figuran los escudos de los cuatro concejos implicados.

También un buen número de bancos circunvalan el perímetro del enclave.

Nos vamos.
Cruzando un paso canadiense continuamos hacia el Sur por la cordal, siguiendo la escasa señalización del PR AS-118.

Para salir ya a zona abierta, llevando como referencia las antenas del Fariu, e incorporarnos a una pista de mayor entidad al cruzar por una portilla metálica.

Pista desde la cual vemos el abundante ganado que pasta plácidamente en los pastos adyacentes y se acerca curioso a saludarnos.

Con unas excelentes vistas hacia Gijón, con su puerto de El Musel y su bahía.

Y así vamos remontando la alomada cimera, a caballo entre los concejos de Sariego y Siero, pues la pista sigue el curso de la divisoria de aguas de ambos municipios.

Alomada cimera desde la que se disfrutan unas vistas de escándalo hacia la zona central, Picos de Europa, montañas de Ponga, Cordillera, etc. Y son estas vistas, precisamente, el mayor aliciente de esta ruta, aunque el día de hoy es turbio de narices y sólo intuimos la silueta de las montañas.

También hacia otras sierras costeras, como la del Sueve.

Es entonces cuando, con muy poco esfuerzo, alcanzamos la cota más alta de esta sierra, que se corresponde con el Picu Fariu o Cima (737 m), techo de Sariego y vértice geodésico.
Elevación caracterizada por estar plagada de todo tipo de antenas de comunicaciones; es lo que hay, si queremos disfrutar de móviles y demás cacharrería.

Continuamos por la cordal hacia el Sur cuando traspasamos una portilla metálica y dejamos a un lado la pista asfaltada que viene de La Fumarea.
Ya vemos las antenas y casetas de nuestro siguiente objetivo: el Cerro Gavio, en el extremo meridional de esta cordal y con una Sierra del Aramo de telón de fondo.

Toca un ligero descenso para caer al área recreativa Loma de Siero.
Espacio gestionado por los ayuntamientos de Siero y Sariego.

Con sus paneles informativos.

Un rincón chulo, con mesas, columpios y un arboreto donde podemos observar las especies más representativas del bosque mixto asturiano.

Cruzamos entonces por una cancela de madera...

...y ya tenemos ante nosotros la breve subida al Cerro Gavio, que podemos atacar de frente sin ninguna dificultad, o por la pista que lo circunvala.

Cerro Gavio o Cimero (707 m), techo de Siero.
Aquí se ubican un par de casetas vinculadas a la vigilancia forestal y una rosa geodésica.
Hacia el Norte, continuamos viendo Gijón y las antenas del Fariu.

Pero lo mejor son las espectaculares vistas hacia las cumbres de la zona central y Cordillera; mejores que desde el Fariu.
Pero está claro que hoy no es día para buenas panorámicas.

También hacia Picos de Europa, de ser un día limpio.

Con las extensas planicies de Siero y Oviedo bajo nosotros.
Al fondo se adivinan cumbres de la Cordal de Ponga y Redes.
Otro buen sitio, esta pequeña cima, para tomar un descanso aprovechando las mesas con bancos que por aquí vemos.

Y, con más detalle, la rosa geodésica que nos permite orientarnos.

Descendemos del pico y desandamos nuestros pasos nuevamente hacia el área recreativa Loma de Siero.

Donde, junto al panel informativo, tomamos el camino que sale por nuestra izquierda hacia el Norte.

Y así, en nada, llegamos a un mirador.

Mirador en pésimo estado que evidencia la falta de mantenimiento, y que puede resultar hasta peligroso, pues parte de la protección de madera se ha venido abajo.

Sorteando alguna zona un poco embarrada, nos lleva nuestro camino a la cordal de Baldornón que la pista crestea, adentrándose una vez más en el pinar de gran entidad, por el que perdemos altura rápidamente en tramos de fuerte pendiente, y dejando a nuestra derecha el valle de Rioseco, al que estamos dando la vuelta.

Fijándonos en algún que otro detalle que nos llama la atención.

Y recorriendo el frondoso pinar, tapizado de acículas, en un cómodo y agradable paseo.

Para salir ya a zona más abierta y afrontar un tramo final de fuerte pendiente.

Desde el cual disfrutamos de excelentes vistas hacia Gijón.

También del amplio valle de Caldones, Fano y Baldornón, flanqueado en el otro margen por el Picu'l Sol.
Sin más, llegamos al área recreativa de Rioseco donde tenemos el coche.
Finalizamos así una ruta que, como veis, es muy fácil, discurriendo siempre por obvios caminos, cuya mayor dificultad puede ser el sortear alguna zona embarrada y estar pendiente de la orientación en algún cruce.

Os dejamos el perfil de elevación.

¡¡Un saludo!!