La Vicietcha, Mirandiella y Vega Cueiro. Circular desde Campiello (Teverga).

La Vicietcha, Mirandiella y Vega Cueiro.
Vuelta al Valle de Taja.
Circuito desde Campiello (Teverga).

La propuesta, por parte de nuestro compañero Javi, para darle la vuelta al Valle de Taja por la poco frecuentada Cordal de Sta Marta, enseguida nos atrajo.

La intención es reunir, en un único circuito, tramos de rutas bastante frecuentadas por el entorno del Camín Real de la Mesa y Vega Cueiro, junto con otros itinerarios totalmente desconocidos, como es, por ejemplo, el ascenso a la Sierra de Santa Marta por un antiguo camino ya en completo abandono y que investigamos sobre la marcha, así como el descenso por la espectacular y antigua vía de comunicación entre Taja y Campiello.

Aunque alguna cumbre si haremos, como es el Caspiu junto a la Mirandiella, la pretensión es dejar constancia de la factibilidad de un circuito, bastante largo, recorriendo diversos entornos paisajísticos como son los frondosos bosques, antiguas brañas, cordales de inmejorables vistas e inmensas vegas de pasto.

Una circular que ofrece varias posibilidades montañeras como puede ser, por ejemplo, el ascenso a La Berza y el Redondo, entre otras opciones.

Cota mínima: 618 m.

Cota máxima: 1563 m.

Desnivel acumulado: 1170 m.

Distancia: 21 km.

Tiempo: 8:54 h (Con las paradas).

Aquí os dejo el track:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=13100748

Por la AS-228 y justo antes de La Plaza, si venimos de Proaza, llegaremos a Entrago, donde nos desviaremos por la TE-3 que va a Taja y que, en algo menos de 5 km nos dejará en Campiello, punto de inicio de nuestra ruta (618 m).
No hay mucho sitio para aparcar así que debemos buscarnos un poco la vida.
 Con rumbo Suroeste comenzamos a caminar tendidamente hacia la parte baja del pueblo y paralelos a la carretera que continua hacia Urria y Taja, buscando el fondo del valle para cruzar el río.

Nos llama la atención el artesonado de esta arreglada casa.

Sin perder ni ganar altura, cruzamos el río por este puente, abandonando así la pista por la que más tarde regresaremos.

Río Taja.

Una vez cruzado el río, continuamos en rumbo Suroeste por una pista que irá girando al Sur bordeando la Peña Blanca y ascendiendo hacia las Morteras de Torre por un valle en la vertiente septentrional de la Cordal de Santa Marta.
Los tramos iniciales conservan empedrado y comenzaremos a ganar altura sobre el valle de Taja.

Ya en rumbo Sur y por la angostura que forma la Peña Blanca con las estribaciones del Pico Monreal, cruzamos una riega (720 m).

Para seguir ascendiendo paralelos a ésta por guapos rincones.

Y es en este punto (742 m) donde la pista vuelve a cruzar la riega, pero nosotros decidimos arriesgarnos y continuar por un camino que se ve abandonado y que sale por la derecha de esta portilla, ascendiendo con tendencia Suroeste por las estribaciones del Pico Monreal.

Aunque está en claro deshuso, todavía es más o menos practicable.

Sólo encontramos un punto, lo suficiente cerrado, y que nos obliga a pasar a la finca donde se encuentra esta cabaña para salvarlo.

Por lo demás todavía se recorre relativamente bien, como podéis apreciar.

 Tendidamente recorremos un guapo bosque de robles sobre antiguas fincas y donde parece que la traza se pierde.

Pero pronto reaparece ganando altura con fuerza y aupándonos a un guapo hayedo en la arista que se desprende del Pico Monreal (887 m).

Mantenemos nuestro rumbo Suroeste, y cual es nuestra sorpresa, cuando el camino gana en entidad conservando una formidable caja.

Tras un pequeño ascenso y girando al Sureste alcanzaremos las fincas de las Morteras de Torre (940 m), por camino en uso y con abundancia de barro.
Una vista hacia la Peña Blanca, con su crestón calizo, y el valle que venimos remontando.

Continúa el camino en rumbo Sureste hacia unas fincas en la ya próxima cuerda de la Cordal de Santa Marta.
Es entonces cuando cometemos el error de abandonar el camino principal en favor de otro que asciende por nuestra derecha, y que parece que nos llevará más rápidamente hacia la cuerda. Pronto se cerrará y nos obligará a saltar a los prados adyacentes.

Pindia finca que vamos remontando.

En esta panorámica vista atrás podéis ver, a la derecha, el collado a donde nos teníamos que haber dirigido.
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Un poco de zoom a Urria en la otra vertiente del valle de Taja.

Sin más complicación ganamos nuevamente el camino principal ya en la cuerda de la Cordal de Santa Marta (1014 m), y bajo la vertiente meridional del Pico Monreal, dando vista al valle de Valdecarzana.
Hacia el Sur, en el centro, y de izquierda a derecha, el Paxarinas, Cuernu Llames y Troméu.

Así que con rumbo Oeste continuamos tendidamente por Navachos, en la vertiente meridional de la Cordal de Santa Marta.

Un tramo que sería muy cómodo de no ser por la gran cantidad de barro que nos encontraremos cada poco y que nos obligará a pasar a las fincas adyacentes. En este caso por una portilla.

Otras veces saltando los cierres de palos como mejor podamos.

Una panorámica sobre el valle de Valdecarzana destacando la Peña Negra.
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El camino, ya convertido en sendero, sale a zona abierta y nos da un respiro de tanto barro, faldeando por la vertiente meridional de Valdegranda.
Nos dirigimos hacia el collado de Ganzu Negru, que vemos enfrente a la derecha de las Peñas de Santa Ana.
A la izquierda podemos ver el trazado de la carretera que sube a San Lorenzo.
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Una vez en el collado del Ganzu Negru (1175 m), cambiamos a la vertiente septentrional de la cordal entrando en el precioso hayedo del Monte La Verde.

Un poco de zoom a Taja, en la otra vertiente del valle y por donde regresaremos a la tarde.

Precioso este hayedo, donde el viejo camino conserva vestigios de empedrado.

Pero también tenemos que luchar con el barro en algún punto.

Buena caja se conserva todavía.

Ascendemos por una pequeña y guapa entalladura.

Para salir a un claro donde tenemos las primeras buenas vistas hacia el Caspiu y la Mirandiella con sus antenas. Cumbres que ascenderemos.

Continuamos por un tramo, prácticamente sendero, y por encima de la braña de Campos.

Alcanzando ya el espectáculo que nos ofrece el collado donde se asienta la Braña de la Vicietcha (1262 m).
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Un lugar realmente bonito.
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Y magnífico balcón.

Dominada esta braña por el baluarte del Pico Castietchu.

Única cabaña que se mantiene en pie.

Una panorámica sobre el valle de Valdecarzana, con las Ubiñas al fondo y la Peña Negra hacia la derecha.

Zoom hacia Ubiñas, con la mole del Vaxinas que emerge entre Peña Rueda (izquierda) y Los Fontanes y Peña Ubiña (derecha).
Más en primer término, el abrupto Paxarinas.

Un corro, que vivió mejores tiempos y todavía conserva su cubierta de piedra.

Esta braña debió ser importante, con multitud de cabañas por doquier.

Otro corro donde las hayas crecen en su interior.

Hacia el valle de Taja y detrás de la Sierra de la Espina sobre Vega Cueiro, ya vemos cumbres como el Altu la Casa, La Berza y el Redondo en la zona de Vicenturo.
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Abandonamos la Vicietcha retomando el camino bajo la vertiente septentrional del Castietchu, que iremos bordeando.

Ascendiendo por un guapo paso a través de una pequeña horcada donde conserva empedrado.

Y continuando por un tramo donde el sendero se encuentra degradado por la torrentera.

Un poco de zoom hacia el Redondo.

Alcanzamos así otro lugar idílico.

Se trata del amplio collado de La Granda (1327 m).
Delimitado al Este por la cumbre de la Peña Catietchu, bajo la cual vemos los restos de una cabaña.

Y al Oeste por la vertiente oriental del Caspiu.
Hermosísimos estos pastos.

Una panorámica hacia el Sur.
Vemos hacia la derecha la collada de La Mouta, por donde tendríamos que pasar de querer llegar al Puerto de San Lorenzo para interceptar el Camín Real de La Mesa y que nos llevaría a Cueiro.
Al final nos decantamos por ascender la Mirandiella, y coger el Camín Real más adelante.
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Zoom a Peña Negra.

Ponemos rumbo a la Mirandiella. Así que en dirección Oeste, pasando una zona encharcada y cruzando un reguero, nos dirigimos hacia la vertiente oriental del Caspiu, por donde habíamos visto que asciende un senderín hacia una loma.

Y todo para arriba ganando altura con fuerza por esta ladera que parecía menos pindia, y el sol castigando...

Una vista atrás hacia La Granda y Peña Castietchu, con la Vicietha más atrás y el hayedo del Monte La Verde.
Al fondo la angostura de Gradura y Sobia entre la cual surge la Sierra del Aramo.

Las vistas hacia Ubiñas, entre otros, empiezan a ser soberbias.
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Atravesamos una zona de piorno y de tendidos helechos que cuando levanten no se yo cómo estará el tema para pasar por aquí.

Implacable la Naturaleza.

Alcanzamos la loma.

Y nos asomamos a la divisoria con Somiedo (1494 m), desde donde tenemos muy buenas vistas hacia las cumbres somedanas.

Bajo nosotros el Puerto de San Lorenzo, por donde viene el Camín Real de La Mesa.

Interceptamos la pista que asciende y da servicio a las antenas de La Mirandiella.

Por el colladín de La Forca, entre el pico La Granda y el Caspiu, así me lo nombra un mapa que manejo, cruzamos momentáneamente a Somiedo.

Y ya nos queda muy próxima La Mirandiella. Simplemente seguir la pista hacia su cumbre.

Pero antes de llegar a ella, abandonamos la pista invirtiendo nuestro rumbo para hacer cumbre en el Caspiu. Y es que, desde abajo, habíamos visto lo que parecía ser un buzón de cumbre.

Breve ascenso sin la más mínima complicación.
Vista atrás hacia La Mirandiella.

Cumbre del Caspiu (1559 m). Muy buena atalaya.
Junto con la Mirandiella, estamos en las cotas más altas de la Cordal de Santa Marta.

Detalle del buzón. Pone Mirandiella, aunque en realidad se trata del Caspiu.

Hacia el Oeste, buenísimas vistas a las cumbres somedanas.
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Hacia el Sur, la Peña Negra y la alargada Peña Michu sobre los puertos de Piedraxueves, por donde viene el Camín Real de La Mesa y que, en breve ganaremos.
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Zoom a Los Bígaros.

Hacia el Este, el Macizo de Ubiña.
Donde destacan la Peña Rueda (izquierda), el sector norte del macizo que cae desde Los Fontanes (centro) y Peña Ubiña (derecha).
Justo delante de Ubiñas, el Vaxinas y, en primer término, el Paxarinas, Cuernu Llames y Troméu.

Al Este, los collados de La Granda y Vicietcha y el resto de la Cordal de Santa Marta con el hayedo del Monte La Verde por donde hemos venido y que cae al valle de Taja. Localidad ésta que vemos a la izquierda.
Gradura y Sobia, al fondo.

Al Norte, la alomada Berza sobre Vega Cueiro, que es a donde nos dirigimos y, a la derecha ya sobre Vicenturo, el Redondo.

Foto de grupo.

Retomamos la pista para ascender a La Mirandiella (1568 m).
Aquí no paramos, y es que una enorme antena con un casetón tampoco es que nos atraiga mucho.

Desde la cumbre os señalo el itinerario a seguir, más o menos por la divisoria de aguas, hasta alcanzar la Sierra de La Verde, donde descenderemos por la vertiente somedana al Camín Real de la Mesa.
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Así que descendemos de La Mirandiella siguiendo inicialmente una vereda, aunque pronto la abandonamos para caer, en rumbo Norte, por lo que parece un cortafuegos, hacia un primer collado (1458 m). Sin complicación.
A la izquierda, en la vertiente somedana, el pueblín de Orderías.

Ascendemos unos pocos metros por esta cota (1478 m).

Vista atrás, podéis ver el cortafuegos por donde bajamos de La Mirandiella al collado.

Caemos al collado Vingladoiro (1455 m). Bordearemos por la derecha el pequeño Pico de la Abeja, que tenemos enfrente, siguiendo sendero para salir a otro collado bajo el Pico La Verde, que vemos al fondo.
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A nuestra derecha, el valle de Taja, cuya cabecera ya estamos recorriendo.

Salimos al collado bajo el Pico La Verde (1467 m).
Aquí podríamos seguir cumbreando por la Sierra de La Verde, aunque nosotros decidimos ganar el Camín Real.

Así que descendemos por la vertiente somedana entre bastante piorno buscando los mejores pasos, sin complicación, aunque esto, en otra época más avanzada la primavera, igual no es tan fácil.

Damos con una pequeña vaguada relativamente limpia por la que descendemos rápidamente.

Y caemos al Camín Real de La Mesa, GR-101 (1378 m).
Antiquísima calzada romana construida sobre otra vía aún más antigua y que, proveniente de Astorga, llegaba al Cantábrico. Una ruta senderista muy recomendable.
Continuamos por el Camín Real en rumbo Noroeste por la zona de Los Castros en ascenso hacia el Collado la Tartulla.

Una vista atrás hacia La Mirandiella, bajo la cual y a su izquierda, vemos la zona arbolada por donde descendimos al Camín Real.

Ascendemos así a la angostura del Collado la Tartulla (1440 m).

Iniciamos un descenso a la planicie del Llanu Fasgueiru (1412 m).

A nuestra derecha, el valle de Taja.

Continuamos hacia el Norte y girando el camino al Noreste, enseguida vemos muy próxima y por nuestra derecha, la fuente de La Celada (1418 m). Pasamos la divisoria y nos acercamos hasta ella para hacer la parada de la comida.

 Muy buena fuente.

Nos volvemos a incorporar al camino para descender por la Cuendia la Celada hacia el Alto de Cueiro.
Vemos los miliarios que jalonan la antigua Calzada Romana.
Tengo que decir que estos tramos del Camín Real que vamos recorriendo son verdaderamente cómodos.

A nuestra izquierda, el Monegro, en la Sierra de Bustariega.

Vamos bajando al collado del Alto de Cueiro, con la cumbre del Alto la Casa.
Pensamos en ascenderlo pero, al final pasamos, ya que la ruta es bastante larga y tampoco nos morimos por dejar algo sin subir.

Alto de Cueiro (1384 m).
Cruce de caminos y nexo de unión de los concejos de Belmonte de Miranda, Somiedo y Teverga.

Cerrada esta portilla a cal y canto, nos vemos obligados a saltarla entrando ya en tierra tevergana.

Ante nosotros se abren los amplísimos pastos de la Vega de Cueiro.

Inmensa esta vega que vamos recorriendo a lo largo y hacia el Este, muy espectacular.
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Con antiguos corros.

Y multitud de restos de cabañas diseminados por la planicie.

Una vista atrás.
Al parecer el topónimo de Cueiro viene de la obligación de dejar las pieles de animales muertos por lobos y osos ante el señor feudal de la zona, cuyo castillo estaba por aquí vigilando el Camín Real.
Anualmente se celebraba aquí una feria ganadera muy importante.

A nuestra izquierda, el alomado Pico La Berza, techo de Grao.

A nuestra izquierda y al fondo, asoma el Redondo sobre la vega de Vicenturo, topónimo éste que al parecer viene de la VI Centuria romana la cual llevaba sus caballos hasta estos pastos.
Estamos en la vega de Taja que, en realidad es continuación de la de Cueiro y podemos considerar a ambas como una única vega.

Abandonamos la vega por su extremo oriental.

Iniciamos el descenso por Les Cancielles siguiendo inicialmente el antiguo camino de Taja. Empedrado en bastante mal estado.

Pasando junto a la fuente Baches casi al inicio.

Rápidamente entroncamos con la pista ganadera. Pista que recorremos ya en fuerte descenso con tramos hormigonados de esos que nos "gustan" tanto y son una "delicia" para las rodillas.

Una panorámica a la Cordal de Santa Marta, recorrida a la mañana y las praderías de Taja.
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Entramos en Taja o Taxa (977 m) que recorremos a lo largo de Oeste a Este.

Justo en la salida del pueblo y junto a las antiguas escuelas, en la carretera que va a Urria y Campiello, abandonamos ésta para coger un caminín paralelo ligeramente por debajo.

Otra referencia puede ser la señal de salida del pueblo.

Estamos en el antiguo camino que unía Taja con Campiello. y que irá descendiendo buscando el fondo del valle.

Pasando entre esta peña y el árbol, comienza uno de los tramos, a mi parecer, más guapos de la jornada.
Un gran descubrimiento de Javi Cienfuegos.

Se trata de un espectacular camín carretero que va cortando por entre los farallones de cuarcita.

Bien armado y que desciende trazando "zetas".

Buscando el fondo del valle con tendencia Este por un entorno bien guapo.

Una vista atrás.

Una delicia para los que nos gusta recorrer este tipo de olvidados caminos y que, además, todavía se conserva en relativo buen estado.
Al frente vemos Urria, aunque nosotros pasaremos bastante más abajo.

Un poco de zoom al valle por el que ascendimos a la mañana con el farallón calizo de Peña Blanca.

Finalizados los tramos armados, continuamos por una parte más tomada de vegetación.

Y debemos vadear sin mayor complicación el arroyo del Barranco de Taja (784 m).

Continuamos en descenso por un precioso bosque de robles.

Una vista atrás.

Hacia el Oeste, la parte más angosta del valle de Taja.
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Alcanzamos el fondo del valle (671 m).

Y continuamos ya por una pista, prácticamente en llano, en agradable paseo a la vera del río.
(Vista atrás)

Con guapos rincones.

Y pasando junto a amenazadores castaños.

Dejando a un lado el puente de la mañana, entramos en Campiello finalizando esta preciosa circular al valle de Taja.

Os dejo el perfil de elevación.

¡¡Un saludo!!