Senda El Chorrón - Cerru'l Tombu.
Circular desde Villamayor (Piloña).
Esta vez nos vamos al concejo de Piloña con la intención de realizar una sencilla, vistosa y disfrutona ruta que, en nuestro caso, nos ocupará una mañana.
Por la Senda El Chorrón ya habíamos pasado el año pasado, en sentido inverso al de hoy, como parte de otro itinerario bastante más potente que el que nos atañe, y donde ascendimos al Pico Torre para acabar dándole la vuelta al valle del Río Pequeñu (Ver ruta), pero se nos apetecía que nuestro amigo Pablo conociera esta senda, pues es un trayecto que tiene un poco de todo, bosque, agua, foces, incluso un pueblo abandonado, La Cueva. Además hoy se trata de hacer algo ligero que tenemos que estar bastante pronto de vuelta. Aprovecharemos también para ascender a la modesta cota del Cerru'l Tombu que ninguno conocemos; cumbre ésta que nos llama la atención debido a su alargada y plana cimera y que nos da debe tener buenas vistas pese a su modestísima altitud.
Cartografía IGN 1:25000 Hojas 30-IV y 54-II |
Cota mínima: 120 m.
Cota máxima: 670 m.
Desnivel máximo: 550 m.
Desnivel acumulado: 580 m.
Distancia: 11 km.
Tiempo: 4:50 h
(Con las paradas y mucha calma).
Cota máxima: 670 m.
Desnivel máximo: 550 m.
Desnivel acumulado: 580 m.
Distancia: 11 km.
Tiempo: 4:50 h
(Con las paradas y mucha calma).
Aquí os dejo el track:
Ortofoto Bing. |
Por la N-634 llegamos a la localidad de Villamayor, entre Infiesto y Sevares.
Hacia mitad del pueblo y justo enfrente de la iglesia de San Pedro, tomamos por una calle donde vemos la señalización en madera y letras amarillas a Torín, Rodiles, Área recreativa, accediendo inmediatamente a la plaza Monasterio de Sta. María, donde aparcarmos el coche (120 m).
Ya vemos la señalización hacia el área recreativa por donde tenemos que pasar.
Así que comenzamos a caminar hacia la parte meridional del pueblo por la carreteruca que pasa por entre las casas del barrio de La Carúa.
Dejando atrás La Carúa finaliza el asfalto, y continuamos manteniendo nuestro rumbo al Sur por la pista terrera, obviando el desvío por donde viene el GR-109. Nosotros de frente y con el río Pequeñu o de La Cueva a nuestra derecha.
Mucha niebla a esta hora que, sin embargo, da un toque misterioso que a nosotros nos gusta mucho.
Siempre por amplia pista en agradable paseo y a la vera del río Pequeñu.
Cómodamente, sin apenas desnivel y por un entorno muy guapo.
Total que en nada nos plantamos en un primer puente de madera por donde cambiamos al otro margen del río.
Para enseguida llegar a un segundo puente por el cual volvemos a cruzar el río.
Rápidamente y sin esfuerzo alguno, llegamos ya al área recreativa (206 m).
Con unas cuantas mesas e incluso una zona de juegos para los críos
Abandonamos el área para retomar el camino por unas escaleras de madera, donde hay que prestar atención, pues la humedad de hoy hace que los escalones estén sumamente resbaladizos.
Y cruzamos nuevamente el río Pequeñu por un último y guapo puente, esta vez de piedra.
Fijándonos en alguna de las cuerrias que hay por las inmediaciones del puente y del área recreativa, usadas antiguamente para guardar castañas.
Total que continuamos por el amplio camino que no puede estar más guapo.
Y en nada veremos un senderín por nuestra izquierda que pasa junto a una caseta y que debemos tomar.
Dándonos de bruces con el salto de agua del Chorrón del río Pequeño (216 m), que da nombre a la senda que recorremos.
Precioso rincón éste que bien merece la pena conocer.
Y es que, el venir hasta aquí desde Villamayor, es un guapo y cómodo paseo apto para todo el mundo, pues no tiene dificultad alguna.
Desandamos nuestros pasos nuevamente hacia la pista, la cual muere enseguida junto a una captación de aguas encima del salto del Chorrón, debiendo entonces abandonarla al ver la señalización a la Collada la Doca.
Comienza entonces este sendero a ganar altura trazando un par de revueltas y por zona más abrupta, aunque sin dificultad, encontrándonos incluso con escalones de madera para facilitar las cosas y un somier a modo de singular portilla.
Abandonamos la zona boscosa para adentrarnos en la foz que forma el Cantu Cueva y el Xierrón, ya a considerable altura sobre el fondo del valle.
Uno de los tramos más guapos de esta ruta, por amplio camino que tuvo que tener importancia como demuestran sus potentes armaduras y restos de empedrado.
Abajo va quedando el río Pequeñu y la captación de agua por encima del Chorrón, donde muere la pista.
Ascenso éste que nos lleva a pasar por un colladín equipado con un estratégico banco de madera - encontraremos otro más adelante -, y donde hay un desvío hacia Sabornín. Nosotros continuamos de frente siguiendo la señalización hacia la Collada la Doca.
Como veis, protegido el camino en algún tramo con pasamanos de madera.
Vista atrás, vemos emerger a la Sierra del Sueve sobre un mar de niebla que cubre el valle de Piloña y que tardará en levantar.
La verdad que este tramo de la foz es muy chulo, y no somos los únicos a los que nos recuerda a las Foces del Río Pendón en Nava.
Abandonamos la foz tomando progresivamente el camino tendencia occidental, introduciéndonos nuevamente en zona arbolada y apartándonos del valle del río Pequeñu.
Para volver a ganar altura en un par de revueltas y donde debemos sortear una faya caída.
Zona sobradamente jitada.
Continuamos por entorno algo más abierto que un mapa me nombra como El Praón, no se si será correcto este topónimo.
Alcanzamos entonces las arruinadas casas de la abandonada aldea de La Cueva (385 m).
Hacia mitad del pueblo y justo enfrente de la iglesia de San Pedro, tomamos por una calle donde vemos la señalización en madera y letras amarillas a Torín, Rodiles, Área recreativa, accediendo inmediatamente a la plaza Monasterio de Sta. María, donde aparcarmos el coche (120 m).
Ya vemos la señalización hacia el área recreativa por donde tenemos que pasar.
Así que comenzamos a caminar hacia la parte meridional del pueblo por la carreteruca que pasa por entre las casas del barrio de La Carúa.
Dejando atrás La Carúa finaliza el asfalto, y continuamos manteniendo nuestro rumbo al Sur por la pista terrera, obviando el desvío por donde viene el GR-109. Nosotros de frente y con el río Pequeñu o de La Cueva a nuestra derecha.
Mucha niebla a esta hora que, sin embargo, da un toque misterioso que a nosotros nos gusta mucho.
Siempre por amplia pista en agradable paseo y a la vera del río Pequeñu.
Cómodamente, sin apenas desnivel y por un entorno muy guapo.
Total que en nada nos plantamos en un primer puente de madera por donde cambiamos al otro margen del río.
Para enseguida llegar a un segundo puente por el cual volvemos a cruzar el río.
Rápidamente y sin esfuerzo alguno, llegamos ya al área recreativa (206 m).
Con unas cuantas mesas e incluso una zona de juegos para los críos
Abandonamos el área para retomar el camino por unas escaleras de madera, donde hay que prestar atención, pues la humedad de hoy hace que los escalones estén sumamente resbaladizos.
Y cruzamos nuevamente el río Pequeñu por un último y guapo puente, esta vez de piedra.
Fijándonos en alguna de las cuerrias que hay por las inmediaciones del puente y del área recreativa, usadas antiguamente para guardar castañas.
Total que continuamos por el amplio camino que no puede estar más guapo.
Y en nada veremos un senderín por nuestra izquierda que pasa junto a una caseta y que debemos tomar.
Dándonos de bruces con el salto de agua del Chorrón del río Pequeño (216 m), que da nombre a la senda que recorremos.
Precioso rincón éste que bien merece la pena conocer.
Y es que, el venir hasta aquí desde Villamayor, es un guapo y cómodo paseo apto para todo el mundo, pues no tiene dificultad alguna.
Desandamos nuestros pasos nuevamente hacia la pista, la cual muere enseguida junto a una captación de aguas encima del salto del Chorrón, debiendo entonces abandonarla al ver la señalización a la Collada la Doca.
Comienza entonces este sendero a ganar altura trazando un par de revueltas y por zona más abrupta, aunque sin dificultad, encontrándonos incluso con escalones de madera para facilitar las cosas y un somier a modo de singular portilla.
Abandonamos la zona boscosa para adentrarnos en la foz que forma el Cantu Cueva y el Xierrón, ya a considerable altura sobre el fondo del valle.
Uno de los tramos más guapos de esta ruta, por amplio camino que tuvo que tener importancia como demuestran sus potentes armaduras y restos de empedrado.
Abajo va quedando el río Pequeñu y la captación de agua por encima del Chorrón, donde muere la pista.
Ascenso éste que nos lleva a pasar por un colladín equipado con un estratégico banco de madera - encontraremos otro más adelante -, y donde hay un desvío hacia Sabornín. Nosotros continuamos de frente siguiendo la señalización hacia la Collada la Doca.
Como veis, protegido el camino en algún tramo con pasamanos de madera.
Vista atrás, vemos emerger a la Sierra del Sueve sobre un mar de niebla que cubre el valle de Piloña y que tardará en levantar.
La verdad que este tramo de la foz es muy chulo, y no somos los únicos a los que nos recuerda a las Foces del Río Pendón en Nava.
Abandonamos la foz tomando progresivamente el camino tendencia occidental, introduciéndonos nuevamente en zona arbolada y apartándonos del valle del río Pequeñu.
Para volver a ganar altura en un par de revueltas y donde debemos sortear una faya caída.
Zona sobradamente jitada.
Continuamos por entorno algo más abierto que un mapa me nombra como El Praón, no se si será correcto este topónimo.
Alcanzamos entonces las arruinadas casas de la abandonada aldea de La Cueva (385 m).
Nos fijamos en algún detalle como lo que queda del tiro de una chimenea.
Y si estamos atentos, veremos por nuestra derecha la cavidad que da nombre a la aldea.
Merece la pena acercarse a la cueva, pues está muy cerca y no conlleva un esfuerzo significativo.
No es muy profunda pero es otro guapo rincón.
Retomamos el camino principal hacia la Collada la Doca en clara tendencia occidental abandonando el núcleo principal de la aldea.
Cómodo paseo, sin complicación.
Todavía veremos diseminada alguna que otra casa arruinada.
Detalles.
Bordeamos una finca por la derecha, y donde a ninguno se nos ocurrió sacar foto, continuando el camino junto a su límite y vivienda para salir a buena pista que llega hasta ella, pasando a continuación por entre guapa zona de pasto con alguna cabaña.
Un último tirón.
Y llegamos a la Collada la Doca (545 m) donde finaliza esta Senda del Chorrón, aunque nosotros vamos a continuar hacia el Cerru'l Tombu que tenemos ya bien cerca.
Hacia el Este vemos las sierras de Ribadesella donde la niebla no acaba de levantar del fondo de los valles.
Unos cuantos amigos pastan por la zona.
Así que abandonamos la pista, que continúa en descenso hacia el pueblo de Valle, y subimos por otra que sale a la derecha hacia un segundo collado desde donde comenzaremos el ascenso al Cerru'l Tombu.
En el collado a los pies del cerro, tomamos un marcadísimo camino que asciende hacia la parte occidental de la alargada cumbrera de este pico.
Amplio camino por el que alcanzaremos rápida y cómodamente la cimera del Tombu.
Atrás queda la Collada la Doca y la pista que continúa hacia la localidad de Valle.
Pista ésta que desciende por la vaguada del Valdegallinas hasta caer a la cuenca del río Valle, que recorreremos dentro de unos días
Total que ya en la cumbrera, nos acercamos primeramente hasta su extremo occidental (658 m).
Buen balcón éste hacia el valle de Piloña, donde vemos la cercana localidad de Infiesto delante de la Sierra de Ques.
Y sobre la cuenca del río Valle, cerrado al otro margen por el Pico Coroña y la Sierra Abedular con el Cerro Sopiedra. Incluso podemos distinguir asomando al fondo la Sierra de Peñamayor.
Desandamos nuestros pasos para poner rumbo Este caminando plácidamente por los pastos de esta alargada cimera hacia la cota que sí es la cumbre.
Hacia el Norte, la Sierra del Sueve emerge majestuosa sobre las nubes que todavía cubren el valle.
Y sin esfuerzo alguno coronamos el Cerru'l Tombu (670 m) señalizada su cumbre con un sencillo jito.
Hacia el Este vemos Peña Priede, entre el valle del Tendi y el del Color.
Y, al Sureste, los Picos de Europa, donde destacan las Torres Santas del Cornión.
Hacia el Sur, la cordal del Pico La Olla o Cantu Cobil, que separa la cuenca del río Valle del valle del río Pequeñu, con la Sierra de Pesquerín a la izquierda.
Pues nada, continuamos recorriendo toda la cimera hasta el extremo oriental del Cerru'l Tombu.
Desde el cual descendemos unos metros por la cumbrera que continúa hacia el Cantu la Cueva, para alcanzar un colladín por el que pasa un sendero que une la Collada la Doca con los pastos de Sabornín, en la vertiente norte y a donde nos dirigimos.
Bajamos al colladín (625 m) y vemos un jito marcando el camino a seguir.
El sendero corta en horizontal tomando rumbo Norte, por la cabecera de una vaguada que vierte sus aguas al valle del río Pequeñu.
Camino definido que, por la vertiente oriental del Tombu, nos lleva hacia la parte alta de unos crestones calizos.
Sin complicación salvo algún tramuco que encontramos un poco anegado.
Alcanzamos la parte alta de los crestones. Otro buen balcón.
Y es que este tramo nos gustó porque le da un toque un poco más montañero a esta sencilla ruta.
El Sueve siempre presente.
Cambiamos a la vertiente septentrional dando vista ya a las fincas de Sabornín y la aldea de Llanuderos, por donde pasaremos hacia la de Torín.
El marcado sendero desciende fuertemente, trazando alguna revuelta y entre cotoyas, por esta vertiente norte. Aunque nosotros lo encontramos limpio en esta época, puede que no lo esté tanto en verano y quizás se pierda un poco en algún punto.
Sin mayor problema alcanzamos las fincas de Sabornín (430 m).
Por donde caleyamos cómodamente hacia el Norte, tomando un desvío a la izquierda para ir descendiendo hacia Llanuderos.
Algún detalle del camino.
Ya vemos bien cerca Llanuderos.
Comentar que, un poco antes de alcanzar esta aldea, llegaremos a un cruce donde tenemos la opción de tomar un camino - señalizado - que desciende hacia las inmediaciones del área recreativa y el Chorrón.
En nuestro caso, y aunque nos comamos un tramo de carretera, preferimos conocer esta aldea así como la de Torín
Así que cruzamos Llanuderos (296 m) a lo largo.
Y tomamos la carretera que nos lleva inicialmente hacia Torín. y que ya no abandonaremos hasta Villamayor.
En los primeros metros, nos encontramos con unos perros en actitud poco amistosa en una finca adyacente a la carretera, aunque no llegaron a rebasar el límite de la misma.
Rápidamente pasamos por entre las casas del pequeño núcleo de Torín (229 m).
Y sólo nos resta un corto tramo de carretera a Villamayor.
A donde llegamos por su parte alta suroccidental.
Cruzamos el río Pequeñu por el puente y a la plaza Monasterio de Sta. María donde tenemos el coche, cerrando la circular y finalizando así esta sencilla, pero prestosa ruta, con la que hemos ocupado una mañana.
Os dejo el perfil de elevación.
Y si estamos atentos, veremos por nuestra derecha la cavidad que da nombre a la aldea.
Merece la pena acercarse a la cueva, pues está muy cerca y no conlleva un esfuerzo significativo.
No es muy profunda pero es otro guapo rincón.
Retomamos el camino principal hacia la Collada la Doca en clara tendencia occidental abandonando el núcleo principal de la aldea.
Cómodo paseo, sin complicación.
Todavía veremos diseminada alguna que otra casa arruinada.
Detalles.
Bordeamos una finca por la derecha, y donde a ninguno se nos ocurrió sacar foto, continuando el camino junto a su límite y vivienda para salir a buena pista que llega hasta ella, pasando a continuación por entre guapa zona de pasto con alguna cabaña.
Un último tirón.
Y llegamos a la Collada la Doca (545 m) donde finaliza esta Senda del Chorrón, aunque nosotros vamos a continuar hacia el Cerru'l Tombu que tenemos ya bien cerca.
Hacia el Este vemos las sierras de Ribadesella donde la niebla no acaba de levantar del fondo de los valles.
Unos cuantos amigos pastan por la zona.
Así que abandonamos la pista, que continúa en descenso hacia el pueblo de Valle, y subimos por otra que sale a la derecha hacia un segundo collado desde donde comenzaremos el ascenso al Cerru'l Tombu.
En el collado a los pies del cerro, tomamos un marcadísimo camino que asciende hacia la parte occidental de la alargada cumbrera de este pico.
Amplio camino por el que alcanzaremos rápida y cómodamente la cimera del Tombu.
Atrás queda la Collada la Doca y la pista que continúa hacia la localidad de Valle.
Pista ésta que desciende por la vaguada del Valdegallinas hasta caer a la cuenca del río Valle, que recorreremos dentro de unos días
Total que ya en la cumbrera, nos acercamos primeramente hasta su extremo occidental (658 m).
Buen balcón éste hacia el valle de Piloña, donde vemos la cercana localidad de Infiesto delante de la Sierra de Ques.
Y sobre la cuenca del río Valle, cerrado al otro margen por el Pico Coroña y la Sierra Abedular con el Cerro Sopiedra. Incluso podemos distinguir asomando al fondo la Sierra de Peñamayor.
Desandamos nuestros pasos para poner rumbo Este caminando plácidamente por los pastos de esta alargada cimera hacia la cota que sí es la cumbre.
Hacia el Norte, la Sierra del Sueve emerge majestuosa sobre las nubes que todavía cubren el valle.
Y sin esfuerzo alguno coronamos el Cerru'l Tombu (670 m) señalizada su cumbre con un sencillo jito.
Hacia el Este vemos Peña Priede, entre el valle del Tendi y el del Color.
Y, al Sureste, los Picos de Europa, donde destacan las Torres Santas del Cornión.
Hacia el Sur, la cordal del Pico La Olla o Cantu Cobil, que separa la cuenca del río Valle del valle del río Pequeñu, con la Sierra de Pesquerín a la izquierda.
Pues nada, continuamos recorriendo toda la cimera hasta el extremo oriental del Cerru'l Tombu.
Desde el cual descendemos unos metros por la cumbrera que continúa hacia el Cantu la Cueva, para alcanzar un colladín por el que pasa un sendero que une la Collada la Doca con los pastos de Sabornín, en la vertiente norte y a donde nos dirigimos.
Bajamos al colladín (625 m) y vemos un jito marcando el camino a seguir.
El sendero corta en horizontal tomando rumbo Norte, por la cabecera de una vaguada que vierte sus aguas al valle del río Pequeñu.
Camino definido que, por la vertiente oriental del Tombu, nos lleva hacia la parte alta de unos crestones calizos.
Sin complicación salvo algún tramuco que encontramos un poco anegado.
Alcanzamos la parte alta de los crestones. Otro buen balcón.
Y es que este tramo nos gustó porque le da un toque un poco más montañero a esta sencilla ruta.
El Sueve siempre presente.
Cambiamos a la vertiente septentrional dando vista ya a las fincas de Sabornín y la aldea de Llanuderos, por donde pasaremos hacia la de Torín.
El marcado sendero desciende fuertemente, trazando alguna revuelta y entre cotoyas, por esta vertiente norte. Aunque nosotros lo encontramos limpio en esta época, puede que no lo esté tanto en verano y quizás se pierda un poco en algún punto.
Sin mayor problema alcanzamos las fincas de Sabornín (430 m).
Por donde caleyamos cómodamente hacia el Norte, tomando un desvío a la izquierda para ir descendiendo hacia Llanuderos.
Algún detalle del camino.
Ya vemos bien cerca Llanuderos.
Comentar que, un poco antes de alcanzar esta aldea, llegaremos a un cruce donde tenemos la opción de tomar un camino - señalizado - que desciende hacia las inmediaciones del área recreativa y el Chorrón.
En nuestro caso, y aunque nos comamos un tramo de carretera, preferimos conocer esta aldea así como la de Torín
Así que cruzamos Llanuderos (296 m) a lo largo.
Y tomamos la carretera que nos lleva inicialmente hacia Torín. y que ya no abandonaremos hasta Villamayor.
En los primeros metros, nos encontramos con unos perros en actitud poco amistosa en una finca adyacente a la carretera, aunque no llegaron a rebasar el límite de la misma.
Rápidamente pasamos por entre las casas del pequeño núcleo de Torín (229 m).
Y sólo nos resta un corto tramo de carretera a Villamayor.
A donde llegamos por su parte alta suroccidental.
Cruzamos el río Pequeñu por el puente y a la plaza Monasterio de Sta. María donde tenemos el coche, cerrando la circular y finalizando así esta sencilla, pero prestosa ruta, con la que hemos ocupado una mañana.
Os dejo el perfil de elevación.
Una ruta muy prestosa que no conozco y que me la apunto en pendiente. El reportaje muy guapu. Saludos
ResponderEliminarSi ho, ye una rutuca sencilla pero guapa. Pa un día que no quieras una hacer una xatada ta bien. Ya te digo, llevonos una mañana sin apretar mucho.
EliminarUn saludu!!
Realizada no hace mucho tiempo. Ayer mismo estuve a punto de volver a ir en solitario. Al final cambié de opinión y Carmen y yo nos fuimos con el G.M. "El Trasgu Andayón" a realizar la ruta a los picos Loral, Gato y Buey Muerto en Yernes. Tu reportaje de "once" como siempre. Muchísimas felicidades compañeru. Todo un lujo de detalles para que todos nos vayamos familiarizando con las zonas por donde pasas. Un placer su contemplación. Gracias por compartir. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Viti. Siempre es un placer leer tus comentarios y, ya sabes, intentamos ser precisos en las descripciones.
EliminarUn abrazo!
ResponderEliminarSi que ye una ruta muy prestosa y bonita, de la cual solo conozco hasta la aldea de La Cueva. Lo que dices de la foz que se parece a la del rio Pendones, totalmente afirmativo. Yo tambien lo pense asi. Un saludo
Gracias Sebastián. Sí, una rutuca guapa y muy sencilla. Pues si conoces hasta La Cueva, en nada haces el Tombu también, ya ves que complicación poca. Un paseín.
EliminarUn saludo!
Muy guapa la ruta y las fotos. Os quedó una entrada preciosa.
ResponderEliminarCada vez que os veo una rutina por la senda el chorrón, nos damos cuenta que seguimos sin pasar por allí, y a parte de cercana, me da la sensación de ser una sitio muy agradable para caminar.
Saludos!
Muchas gracias. Ya ves que es un paseo muy agradecido y que podéis complementar con el Tombu. Para vosotros dificultad ninguna, y no te digo ya si hacéis el Chorrón, como hicimos nosotros la otra vez, subiendo al Torre y dándole la vuelta al valle del Río Pequeñu, sale un rutón de la leche.
EliminarSaludos!!