lunes, 31 de diciembre de 2018

Circular al Monsacro desde La Collá (Morcín).

Ascensión al Monsacro desde La Collá (Morcín).
Circuito por La Canal, Cuitu Rumiru, Covarriella, La Muezca, Mayáu les Capilles, Cuesta la Magdalena.
"La Montaña Sagrada"


(Ermita de la Magdalena)

En el término municipal de Morcín, enclavado en el centro de Asturias, se alza la gran mole calcárea de 1057 metros de altitud del Monsacro, conocida popularmente como Pico de la Magdalena.
Abrazada por los cursos fluviales de Riosa y Morcín, tributarios del Caudal, se yerge esta montaña como elemento desgajado que se desprende de la aledaña Sierra del Aramo y rodeada de otras elevaciones sobre las cuales destaca, mostrando a trechos su osamenta caliza y a trechos su cubierta de vegetación; herbácea en altura y arbustiva y arbórea en su base.
Montaña mágica y sagrada desde tiempos inmemoriales, por la que supuestamente cruzan líneas telúricas, cuyo proceso de sacralización se remonta a fases megalíticas, y donde aún se pueden encontrar vestigios tumulares e indicios de culto a olvidadas deidades.
Es precisamente en el momento de la romanización, cuando el lugar fue concebido por los astures tramontanos como morada de Júpiter, hasta la fase definitiva de sacralización que se produce con la llegada del cristianismo, cuando los antiguos cultos paganos se adaptan al nuevo orden y se erigen sendas ermitas, cuya cronología se sitúa en el Románico tardío.
Es de creencia aceptada que en el Monsacro estuvieron ocultas las reliquias del Arca Santa, hasta su traslado definitivo a la Cámara Santa de Oviedo por parte de Alfonso II.
Cuenta la leyenda que fueron traídas desde Tierra Santa para su protección frente a las incursiones musulmanas por Santo Toribio, obispo de Astorga, hechos estos que motivaron la construcción de las ermitas para satisfacer las necesidades de culto, cuando aquí existía una comunidad de frates impulsada por Fernando II y su hermana Doña Urraca, que algunos investigadores vinculan con el Temple.
Los actos litúrgicos propiciaron gran concurrencia de devotos y, aún hoy, los romeros suben al Monsacro en peregrinaciones que tienen lugar los días 25 de julio y 15 de agosto, estando aún vigente la tradición de bajar de la montaña con un cardo, planta a la que se atribuyen propiedades mágicas y curativas desde tiempos ancestrales.
En resumen, todo este conglomerado de elementos históricos, arquitectónicos, esotérico-religiosos, etc, unidos al valor montañero y paisajístico de este macizo, hacen muy recomendable su ascensión por cualquiera de sus variantes, y es nuestra elección para despedir el año que hoy finaliza, aunque explorando alguna opción poco frecuentada.

Cartografía IGN 1:25000 Hoja 52-2

Cota mínima: 384 m.
Cota máxima: 1055 m.
Desnivel máximo: 671 m.
Desnivel acumulado: 860 m.
Distancia: 8,5 km.
Tiempo: 5,45 h (Con amplias paradas).
Inicio/Fin: La Collá.


Por la N-630 llegamos a Santa Eulalia de Morcín, donde tomamos la sinuosa, estrecha y pendiente carretera que, pasando junto a las casas de Calvín nos sube al alto de La Collada o Collá, amplio collado a los pies del Monsacro cuya mole se eleva ante nosotros.
Dejamos los coches en el cruce (400 m) con la carretera MO-3 que, procedente de las Vegas de San Esteban, comunica con  La Foz, aunque hay buen sitio para aparcarlos un poco más adelante, en un apartadero de dicha carretera justo donde tiene su inicio la ruta del Camín de La Llorera, que sube al Monsacro por la Cuesta la Magdalena; por ahí bajaremos.
Comenzamos a caminar con un frío de narices por la caleya que parte del collado en rumbo sur.

Y que inmediatamente nos lleva a pasar junto a las primeras casas de La Collá, desde donde vemos la angostura de La Foz, escarpado tajo entre la Peña Manteca, a la izquierda, y los crestones del Cantu la Sierra, a donde nos tenemos que elevar.

Caleya ésta por donde unos cuantos amigos se acercan a saludar desde los prados adyacentes.

Y que en ligero descenso nos lleva hacia las últimas casas de La Collá en el barrio del Cabanón, obviando el ramal que cae hacia Les Maces, en el fondo del valle, sobre cuyo margen derecho se alza la desafiante Peña Garcillero.

Continuamos entonces por el camino que discurre entre las fincas de Boza que se asientan en las laderas que decaen por esta vertiente oriental del Monsacro, y donde se mantiene una contundente helada.

Rápidamente alcanzamos las cuadras de Boza, que debemos sobrepasar cruzando por una portilla y donde, al poco, nos desentenderemos de un ramal que asciende por la derecha.

Adentrándose el sendero en zona boscosa tupida de avellanos, donde obviaremos también un ramal que desciende.

Aumenta la verticalidad de estas laderas que se precipitan a la estrechura de La Foz, cuando nos aproximamos a los crestones del Cantu La Sierra, donde destaca la aguja del Solpicón.

Las vistas se van abriendo y vemos las casas de Les Maces, en el curso bajo del Valle de Riosa. En el otro margen el afilado Garcillero y atrás va quedando la aldea de La Collá.

Ya vemos el repetidor de TV en el colladín al que tenemos que ascender, a la derecha del Solpicón.

Tramo éste muy chulo donde el sendero, labrado y muriado, comienza a ganar altura con fuerza en sucesivas revueltas.

Y sin más, nos aupamos al collao del Cantu La Sierra (542 m), con la escarpada aguja del Solpicón alineada con el Garcillero en el otro margen, que se precipita a la angostura de La Foz.

Devolamos entonces el Cantu la Sierra para cambiar a vertiente meridional, por donde continuamos siguiendo marcada senda en rumbo oeste y ligero descenso que lleva hacia Otura.
Imponentes vistas ya hacia el Aramo y, abajo en el fondo del valle, la localidad de La Foz de Morcín.

Pero antes de llegar a Otura, vemos unos jitos que marcan una salida del camino por nuestra derecha (490 m), que es la opción que tomamos en busca de la entrada de La Canal.

Y cruzando por la gravera nos arrimamos a estos paredones amarillentos.

Para entroncar, pegada a ellos, con vereda más marcada que nos lleva a cruzar por un pequeño burladero.

Y continuar, en breve pero buen ascenso, a un primer hombro.
Vista atrás vemos las casas de Otura por donde discurre el itinerario normal, siendo en este punto que parte del grupo decide darse la vuelta para retomarlo, al considerar que la subida que pretendemos puede ser demasiado abrupta para ellos; nos reuniremos en Entrepuertes.

Desde esta posición, vemos hacia el Este toda la senda que nos ha traído desde el Cantu la Sierra y sus antenas.

Estamos en La Canal, y ya no queda otra que todo para arriba.

En nuestra vertical, la localidad de La Foz de Morcín con sus dos barrios: Lugar de Abajo y Lugar de Arriba.

Toca entonces afrontar duros recuestos entre verticales murallones calizos; no en vano, por las inmediaciones, hay abiertas vías de escalada.

 Importante pendiente que requiere aplicar gran esfuerzo, aunque siempre por zigzagueante marcada traza, por lo que, por lo menos en ascenso, tampoco es que sea complicado.

Ya tenemos a la vista el collado del Llanu los Gües, aunque no el final de la ascensión.
Con calma y "pali que pali", vamos subiendo.

Pasamos junto a una solitaria espinera cuando el sendero se arrima a los murallones, desde donde, vista atrás, podemos apreciar el fuerte desnivel que vamos superando.

Según ganamos altura la pendiente parece que aumenta, pero lo dicho, con paciencia la cosa se va haciendo sin problema.

Próximos al Llanu los Gües vemos unas cuantas cabras que cortan hacia el collado cruzando por la gravera, nosotros también. No es necesario, pero nos parece un balcón adecuado para hacer una breve parada reconstituyente.

Y nueva vista atrás de esta importante subida donde, a esta cota, ya vamos teniendo majestuosas panorámicas.

Así nos aupamos al Llanu los Gües (780 m).

Donde nos asomamos a la canal adyacente, por donde discurre la vía más habitual del Camín del Cintu que parte de la aldea de Los Llanos, cuyas casas vemos asomar abajo.

Al Norte la horcada que tenemos que alcanzar, bajo los farallones del Picu La Granda Entrepuertes.

Nos despedimos entonces de La Foz de Morcín.

Y, acompañados de nuestras amigas las cabras, ponemos rumbo norte en ascenso para retomar el sendero que conduce a la horcada.

Así llegamos a dicha horcada del Quentu La Canal (853 m), que da paso a Entrepuertes.

Devolamos entonces los crestones hacia la adyacente canal del zigzagueante Camín del Cintu, por el cual están subiendo los compañeros, y sobre la que destaca la mole del Picu Mariellu en la cimera meridional. Vamos orientándonos hacia el collado sin mayor dificultad. Vemos que también sube, cruzando el macizo de Sur a Norte, la línea de alta tensión Soto-La Robla, que da un toque precioso al entorno, como podéis observar.
De indiscutible impacto, por lo menos visual, y que atraviesa una montaña cargada de simbolismo; para que después vengan restringiendo como posesos pasos al montañero, en aras de no sé qué milongas ecologistas, muchas veces sin sentido; en fin...

Sin más, caemos al Colláu Entrepuertes (836 m), donde esperaremos a los compañeros que aún vienen en tránsito.
Espléndidas las vistas que desde aquí se tienen del Aramo.

El Colláu Entrepuertes da paso, por el Norte, a la hoya de la Vega el Pozu, en cuyo extremo septentrional comienza a asomar Oviedo, a los pies del Monte Naranco. Es por esta vega que continúa la pista.

Sin embargo, nosotros y ya todos reunidos, vamos a atajar por un sendero que, desde el collado, asciende serpenteante en rumbo noroeste por los resaltes calizos y puede ser inapreciable a simple vista al camuflarse con el entorno calcáreo.

Pero que resulta ser una senda empedrada y labrada muy chula que se recorre sin dificultad.

Ganando altura sobre la Vega el Pozu con su lagunilla, El Llagu Entrepuertes.

Orientándonos al Oeste acabamos entroncando con la pista, cuando ésta sube de la Vega el Pozu por la Granda Magdalena hacia el Quentu Vocesales.

Por nuestra izquierda, los escarpados crestones tras los cuales se precipita La Canal que hemos remontado, apreciándose el "bocado" del Llanu Los Gües. Detrás el Llosorio, en la Cordal de Cuba.

Alcanzamos entonces el collado del Quentu Vocesales (905 m), que da paso a la depresión donde se encuentra el Mayáu Les Capilles, teniendo a la vista la Ermita de Santiago, situada en la vaguada entre el Mariellu y el Picu La Fayona, que vemos al frente.

Ermita muy singular a la que nos dirigimos.
De planta poligonal con ábside semicircular y un espacio cuadrangular excavado en la roca.
Es aquí donde se cree estuvo guardada el Arca Santa de las Reliquias. Escondidas en este lugar ante el acoso musulmán y según cuenta la leyenda por Santo Toribio, quién sería el que trajo las reliquias procedentes de Tierra Santa. Más tarde y tras la pérdida de Guadalete en el 711, llegarían las de Toledo.
Uniéndose todas en un grupo, Alfonso II las traslada posteriormente a la Cámara Santa de Oviedo donde reposan definitivamente hasta el día de hoy.
Vete a saber cual será la realidad al margen de la leyenda.

En el extremo septentrional de la vega y junto a la laguna, la Ermita de La Magdalena. Por ahí pasaremos más tarde.
Las vistas hacia el Norte grandiosas, con unas buenas panorámicas de Oviedo que serán ya prácticamente omnipresentes.

Así que, perdiendo algo de altura desde el collado de Vocesales y por buen camino, nos aupamos cómodamente a la Ermita de Santiago.

Ermita de Santiago (912 m).
También conocida como Capilla de Arriba, declarada Monumento Histórico Artístico en 1992 junto con la de La Magdalena.
De planta octogonal que, por su estructura, se corresponde con un románico tardío, aunque la ausencia de elementos arquitectónicos secundarios hacen difícil establecer una cronología fiable.
Su portada de arco de medio punto está orientada al Noroeste, siendo sencilla y sin elementos decorativos.
Casi todo el edificio está construido en mampostería, salvo los elementos adosados al octógono: el ábside semicircular y el  recinto trapezoidal excavado en la roca, " la Cueva del Ermitaño", ambos más tardíos y con sillares tallados.

En el interior, el empedrado del suelo parece ser un añadido posterior al suelo original, que sería la propia roca madre. Destaca el curioso altar que cubre un pozo de un metro de profundidad "El Pozo de Santo Toribio" a cuya tierra se le atribuyen propiedades mágicas y milagrosas desde tiempos ancestrales y es, en este pozo precisamente, donde se cree que estuvo oculta el Arca de las Reliquias de la Cámara Santa de Oviedo, como antes comentábamos. Es más que posible que esta oquedad se corresponda con la cámara funeraria de un dolmen, pues hubo necrópolis de tipo tumular por aquí. Hay hipótesis que aseveran que, inicialmente, la techumbre del edificio estuviera afianzada en una columna, cuyo apoyo se encajaba en dicho pozo a modo de "Axis Mundi" un elemento de conexión entre Cielo y Tierra; símbolo que puede encontrarse en culturas chamánicas o basadas en creencias animistas y en las principales religiones del mundo. Y que mejor lugar que en una montaña, donde lo divino y lo terrenal están más cerca.
Como podéis apreciar se trata de perpetuar antiguos cultos paganos cristianizándolos, y con todos los elementos citados, obtenemos una composición sincrética que, junto con la disposición arquitectónica y espacial del edificio, apunta al esquema poligonal típico de las capillas del Temple. Aunque no existen fuentes fiables al respecto más allá de estos indicios y la leyenda.

Tras la visita a la capilla, muy interesante sin duda, nos encaminamos hacia el Cuitu Rumiru siguiendo la senda que asciende al Noroeste por las laderas que decaen de La Fayona.

Una panorámica del Mayáu de Les Capilles, con el Picu de la Granda la Magdalena y el Quentu Vocesales a su derecha, collado por donde viene la pista.

La senda pierde entidad, pero sólo se trata de ir tomando tendencia meridional atravesando unas camperas, con la referencia de la cota previa al Cuitu Rumiru, hasta alcanzar un colladín (985 m), con muy buenas vistas por la vertiente occidental hacia La Mostayal, el embalse de Los Afilorios, etc.

 Por pasos de ganado continuamos en ascenso con tendencia meridional bordeando la antecumbre por la izquierda.

Y ya tenemos el Cuitu Rumiru a la vista.

Unos cresteando y otros más cómodamente por la vega adyacente de Les Cerques, que nos separa de la vecina Fayona, nos vamos aproximando a la cumbre sin complicación.

Cumbre del Picu Rumiru o Picu Monsacro (1055 m).
Escarpado balcón de vertiginosos desplomes que se gana sin dificultad.
Hacía ya tiempo que no veníamos por aquí y recordábamos un buzón de cumbre, hoy desaparecido.
Echaremos un buen rato aquí brindando por el Año Nuevo.

Espectaculares vistas desde esta atalaya, que alcanzan desde el Cantábrico a la Cordillera.
Por el Oeste y en primer término, el Llanu Villar, máxima altitud del Monsacro con apenas dos metros más que nuestra cima.
Detrás, separada de nosotros por las lomeras de Covarriella y Viapará, la alargada mole de la Sierra del Aramo.

Por el Este, La Fayona y Mariellu, otras de las cumbres destacables de la cimera del Monsacro. Detrás, el Garcillero y Peña Manteca, por delante de la cordal del Llosoriu. Al fondo alcanza la vista, desde el Sueve y Peñamayor, a cumbres de la Cordillera, pasando por Picos de Europa.

Tirando de bastante zoom, Picos de Europa.

Nuevamente nos dividimos; mientras los compañeros se dirigen de regreso al Mayáu Les Capilles, tres miembros del grupo vamos a descender por la vertiente meridional que cae a Covarriella, para investigar un posible paso.
Así que descendemos de cumbre para girar a izquierdas a rumbo oeste y caer a la horcada (1023 m) que nos separa del Llanu Villar.

Horcada en la cimera de la canal de Vallina Monxa, por la que iniciamos un descenso en rumbo sur hacia Covarriella.

Muy pendiente bajada que sin embargo se deja descender bien siguiendo un marcado senderín.

Zigzagueante vereda por la que perdemos altura rápidamente que luego habrá que recuperar.

En fuerte desnivel entre los murallones del Llanu Villar y el Cuitu Rumiru.

Ya vemos una senda que tenemos que interceptar proveniente de los pastos de Covarriella y por encima del camín de Grandiella.

Entroncamos entonces con esa senda (883 m), que resulta ser un camino ancho por el que va una conducción de aguas, y que muere contra la oquedad de Covarriella, que vemos al fondo.
La intención, después, es continuar por esos farallones calizos bajo el CuItu RUmiru y La Fayona, a ver si hay buen paso.

Así que en nada alcanzamos la cueva de Covarriella (895 m).

Pequeña oquedad sin mucho fondo destinada a abrigo de ganado.
Continuamos entonces hacia el Este entre los murallones y la espinera, por donde parece va la conducción de agua.
La otra opción sería perder altura hasta caer al camín de Grandiella, pero de eso se trata, de no perder metros.

Entramos así en un tramo muy guapo, sin excesiva complicación más que ayudarse un poco de las manos para superar un escalón inicial; eso sí, aunque no existe gran sensación aérea, hay que tener en cuenta que dejamos fuerte caída lateral en el inicio, pero enseguida mejora.

Una vista atrás de este primer sector más delicado que viene de la cueva.

La cosa mejora y vamos disfrutando de este tramo tan chulo, serpenteando entre resaltes sin mayor dificultad y siguiendo ínfima vereda sobre el curso de la traída de agua, que ni se ve prácticamente.

Total que, nos vamos abocando a la canal que se abre entre La Fayona y el Mariellu. De seguir de frente (flecha) interceptaríamos el camín de Grandiella que remonta la canal, pero...

...vemos una vereda que asciende por encima nuestro y parece se dirige a esa horcadina; claro, es la opción que tomamos, así que todo para arriba.

La jugada nos sale bien y entroncamos con el camín de Grandiella sin mayor dificultad, a una cota más alta y muy próximos a La Muezca.

Muy recomendable este camino de Grandiella que, armado y empedrado, serpentea entre abruptas paredes por la canal.

Y cómodamente nos aupamos a la horcada de La Muezca a donde, por cierto, también llega la conducción de aguas, pues vemos una arqueta.

Horcá La Muezca (965 m).

Ya en rumbo norte y cruzando plácidamente por camperas, enseguida caemos nuevamente a la Ermita de Santiago, para descender a la vega Les Capilles y reunirnos con los compañeros.

Cruzamos entonces por el Práu del Ermitañu de la vega, pasando junto a la laguna y Ermita de la Magdalena, menudo rincón guapo.

Ermita de La Magdalena (857 m).
También conocida como Capilla de Abajo.
Situada en el borde septentrional del macizo, su construcción se remonta al románico tardío y está datada en el S.XIII. Llama la atención su sobriedad arquitectónica. Erigida en una única nave rectangular, mayormente de mampostería y sillares en las esquinas, con ábside en su cabecera y portada de arco de medio punto orientada al Sur.
Es aquí que se han encontrado vestigios de otros edificios por lo que es posible que, en este lugar, se ubicase la encomienda de frates comandada por un tal Rodericus que algunos investigadores vinculan al Temple.

Y todos reunidos, continuamos por la pista para iniciar el descenso por la vertiente norte del macizo.

La pista da paso al antiguo camino que, en fuerte pendiente bajo agrestes paredes, desciende por la conocida como Cuesta de la Magdalena.

A unos 725 m de altitud nos topamos con una curiosa roca en forma de asiento, la "Silla del Obispo", donde según cuenta la leyenda se sentó a descansar el Obispo Toribio cuando ascendía con las reliquias.

En sucesivos tornos vamos perdiendo altura con fuerza en un descenso que se hace largo.

Pero con buenas vistas, en este caso Santa Eulalia de Morcín, por donde pasa el Caudal.

Vamos viendo también el alto de La Collá donde tenemos los coches.
Y girando al Este, nos adentramos en zona frondosa recorriendo el Camín de La Llorera.

Camino que nos deja algún bonito rincón y por el que cruzamos una portilla.

Para, en nada, salir ya a la carretera, pasando junto al panel informativo al respecto de esta variante de ascenso al Monsacro y, en escasos metros llegar a La Collá.

Para despedirnos ya de la Montaña Sagrada en el último día del año.

Os dejamos el perfil de elevación.

¡¡Feliz Año Nuevo!!


6 comentarios:

  1. Preciosa ruta, que conozco muy bien. Excepto la canal que sube a Los Llanos Los Gües, que esta en el cajón, con alguna variante más por el Monsacro.
    Un saludo y un abrazo para los dos

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    1. Pues la canal del Llanu los Gües pindia pero prestosa, se sube sin problema; una variante muy guapa. Y el tramín que hicimos desde la cueva a La Muezca, también, muy chulo.
      Un abrazo Sebastián!!

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  2. Un reportaje estupendísimo, al igual que el día que compartimos. Aunque no bajé a Covariella, me da la impdresión que sí, desde el asiento. Precioso reportaje, David

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    1. Muchas gracias Mar! Pasamos un buen día; hay que repetir más a menudo!

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  3. Excelente repor y ruta! La tengo muy semejante en mi página. Una pasada el monsacro y siempre muy a mano. Saludos!

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    1. Muchas gracias!! Mira que lo tenemos a mano y ya hacía unos cuantos años que no nos acercábamos. Una opción muy recomendable sin duda, e ideal para el que se inicia en esta mundillo.
      Un saludo!!

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